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mercoledì 6 agosto 2014

Bagdad se acerca a los kurdos para contener el avance de los milicianos suníes

El avance del ejército del Estado Islámico de Irak y el Levante para las zonas kurdas, ha llevado a un acercamiento entre Bagdad y las autoridades en el Kurdistán iraquí. El primer ministro Nouri al-Maliki ordenó a la fuerza aérea iraquí proporcionaría ayuda desde el cielo contra el avance de los milicianos peshmerga kurdos combatientes sunitas, agotado por la lucha por la defensa del territorio kurdo. Las dos partes, que sin dejar de ser formalmente aliados contra milicianos sunitas en los últimos tiempos se han alejado, por las acusaciones del primer ministro iraquí hacia los kurdos; los cargos que se relacionan con un desprendimiento excesivo de las autoridades centrales, para formar una entidad autónoma del Estado, aprovechando el caos en el país. Los kurdos ya gozan de un alto grado de autonomía y gestionar las enormes ganancias de los pozos de petróleo en su territorio, pero apuntan a la creación de su propio estado. Para Bagdad es necesario que la integridad del Kurdistán iraquí no se viola en beneficio del Estado Islámico de Irak y el Levante, que ya ha restado las diferentes regiones de la soberanía del Estado. La importancia económica de los pozos de petróleo en la zona daría el poder económico kurda iraquí puede aumentar exponencialmente las posibilidades de seguidores avanzados de la yihad, haciéndolos prácticamente invencible en la cara de las fuerzas armadas en Bagdad; es una posibilidad, no sólo es perjudicial para el equilibrio regional, sino también para el mundo, ya que el panorama internacional se enfrentaría a un estado a merced de un movimiento terrorista. El asunto involucra diversas variables, incluyendo el papel de los EE.UU. y también la de los países del Golfo Pérsico, pero, más urgente que Irán, que vería directamente amenazada su seguridad en sus fronteras, en caso de una caída de los kurdos. Teherán ha amenazado en repetidas ocasiones para intervenir en defensa de los chiítas iraquíes, objeto, al igual que los cristianos de una discriminación feroz por militantes sunitas. La relativa calma demostrada por Irán es el trabajo diplomático estadounidense, pero si llegara a materializarse más cerca la amenaza sunita, los analistas no descartan una participación directa de las fuerzas armadas iraníes, también a causa de los lazos con los actuales dirigentes del país Irak para el crecimiento común fe. El campo de la Tierra el ejército iraquí se ha demostrado que es menos de la milicia del Estado Islámico de Irak y el Levante, que cuenta con el apoyo de la población sunita y miembros del Partido Baath, el movimiento político de Saddam Hussein, quien era activa sobre todo en provincias sunitas, sin embargo, el papel de la fuerza aérea, todavía no se usan totalmente, se puede determinar con el fin de revertir las fuerzas dllo Estado Islámico de Irak y el Levante. Pero si la Fuerza Aérea puede detener el avance de extremistas sunitas, las fuerzas armadas iraquíes carecen de la formación y determinación para mantener el control del territorio. Por supuesto, con la ayuda de la aviación esto puede suceder en el Kurdistán, que tiene una fuerza terrestre entrenada y bien arraigada en el territorio, que con la ayuda del cielo puede ser difícil de superar; Esta se convierte en la primera y más urgente objetivo de Al Maliki, que debe evitar a toda costa la conquista de Kurdistán, que el punto de partida para empezar a recuperar la soberanía del país. Ciertamente detener el avance de la territorio kurdo no es suficiente, pero garantiza una especie de cojinete y, sobre todo, evita que los radicales sunitas de refuerzo económicamente. El problema sigue siendo, sin embargo, para recuperar el terreno perdido, por ello, es difícil imaginar que esto es posible sin ayuda de afuera venga a una redistribución del poder a favor de los sunitas más moderados, mantenerse alejado de los centros de control del país. Una intervención iraní en gran escala debe ser excluido, especialmente en las zonas suníes, donde los escitas, sin embargo, no están bien visto; Teherán sólo podría entrar en juego si se ve amenazada como consecuencia de una caída de los kurdos, lo que llevaría al avance de los yihadistas en la frontera con Irán. Obama ha subrayado en repetidas ocasiones que el retorno de las tropas estadounidenses en suelo iraquí no es parte de los planes de la Casa Blanca; fuerzas armadas estadounidenses ya están colaborando con Bagdad, pero sólo a través del uso de aviones no tripulados, mientras que lo que se necesita es una fuerza terrestre capaz de controlar el territorio en un cierre patronal. Un potencial de contacto para proporcionar apoyo en esta dirección podría ser la Arabia Saudita, incluyendo la Liga Árabe, si el poder fuera a ser redistribuido a favor de los sunitas más moderados. Esta condición se cumple sólo Arabia Saudita podría pensar en alguna forma de intervención, ya que no es cierto interés de Riad, tienen en sus fronteras movimientos radicales que podrían infectar a los habitantes de la monarquía saudí. De hecho, precisamente para evitar esta posibilidad, Arabia Saudita ha desplegado un gran número de soldados a la frontera de Irak. Mientras tanto, la situación de la población civil está empeorando más y más y muchas personas se ven obligadas a abandonar sus hogares para evitar la violencia impuesta por los sunitas radicales. Especialmente las minorías religiosas son perseguidos, como los cristianos de Mosul, también lugares de culto y los cristianos, que los escitas, fueron objeto de destrucción. La exasperación de la población, sin embargo, ha producido movimientos de reacción, lo que resultó en la creación de grupos de autodefensa contra la señal sunita radical que añade incertidumbre a la evolución de la situación.

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